La paz no es un producto industrial: la paz es un producto artesana. Se construye cada día con nuestro trabajo, con nuestra vida, con nuestro amor, con nuestra cercanía, con nuestro querernos mutuamente.
¿Entendido? ¡La paz se construye cada día!
La paz auténtica es trabajar para que todos encuentren solución a los problemas, a las necesidades que tienen en su tierra, en su patria, en su familia, en su sociedad. Así se construye la paz - como dije - "artesanal".
Cada acción y cada gesto de ustedes hacia el prójimo puede construir la paz. El auténtico constructor de la paz es el que da el primer paso hacia el otro. Y esto no es debilidad, sino fuerza, la fuerza de la paz.